Tratamiento de cáncer cutáneo no melanoma con terapia fotodinámica

La Unidad de Terapia Fotodinámica del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC), adscrito a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, España, ha atendido en los últimos dos años a unos 200 pacientes que han sido sometidos con esta técnica para el tratamiento de cáncer cutáneo no melanoma.

Esta tipología de cáncer cutáneo, según una nota del HUC, supone un importante problema sanitario en los países occidentales desarrollados debido a un notable incremento de la incidencia anual de nuevos casos, así como a un descenso en la edad media de inicio de la enfermedad.

El carcinoma basocelular es el tipo de cáncer más común en los países occidentales desarrollados y representa el 75% del cáncer cutáneo no melanoma.

Ocurre con más frecuencia en personas de raza blanca, mayores de 55 años, más frecuentemente en hombres que en mujeres, y está relacionado con una exposición crónica al sol.

Por su parte, la queratosis actínica (también conocida como queratosis solar o senil) es la lesión epitelial premaligna que con más frecuencia se observa en piel adulta que ha estado expuesta al sol con una incidencia unas diez veces mayor.

La probabilidad de desarrollar este tipo de cáncer aumenta con la edad y en Australia, por ejemplo, se estima que el 60% de la población mayor de 40 años tendrán al menos una lesión de queratosis actínica.

Terapia fotodinámica

La terapia fotodinámica es una técnica no quirúrgica que permite tratar estas lesiones precancerosas y tumorales de la piel basada en la fotooxidación de materiales biológicos inducida por un fotosensibilizante, el cual es absorbido selectivamente por las células precancerosas o cancerosas, de forma que al ser iluminadas con una luz de adecuada longitud de onda y en dosis suficiente, dichas células resultan destruidas.

Para llevar a cabo la terapia fotodinámica, que no requiere anestesia general y se lleva a cabo de forma ambulatoria, previamente se ha preparado la zona afectada del paciente aplicando una pomada fotosensibilizante que permanecerá bajo un vendaje cerrado y opaco entre tres y cuatro horas para garantizar que el principio activo penetre en la epidermis y sea absorbido por las células tumorales.

La ventaja principal es que el tratamiento se limita al lugar de aplicación y al campo de la iluminación; y lo que es más importante, los fotosensibilizantes se acumulan preferentemente en el tejido tumoral, minimizando así el potencial de toxicidad en el tejido sano.

Otros aspectos relevantes son la naturaleza no invasiva del tratamiento así como los excelentes resultados cosméticos, la cicatrización es muy rápida.

Este tipo de tratamiento se utiliza especialmente para lesiones cutáneas superficiales y extensas, cuya ventaja reside en ser una técnica no invasiva, que evita operaciones quirúrgicas y garantiza un alto porcentaje de éxito de tratamiento por su seguridad y efectividad ya que los efectos secundarios son mínimos, transitorios y fáciles de controlar.