Implantes de prótesis hidráulicas de pene por vía infrapúbica

Los doctores José Rodríguez-Tolrà, responsable de la Unidad de Andrología, y Josep Torremadé, cirujano del Servicio de Urología del Hospital Universitario de Bellvitge.

Es una intervención mínimamente invasiva y de máxima efectividad para tratar la disfunción eréctil. Y además, de rápidos resultados, algo importante teniendo en cuenta los deseos de inmediatez imperantes en la sociedad actual.

El responsable de la Unidad de Andrología, el doctor José Rodríguez-Tolrà, explicó que “realizar el implante por vía infrapúbica hace que la recuperación del paciente sea más rápida, ya que la incisión es mínima, además de permitir activar la prótesis antes que con las otras técnicas”.

Un implante hidráulico de pene por vía infrapúbica se realiza mediante una incisión de unos 3 centímetros que queda ubicada un centímetro por debajo de la sínfisis púbica y casi un centímetro por encima de la raíz o base del pene.

“La incisión es visible pero discreta, queda escondida con la ropa interior, prácticamente ni se percibe. Mediante esa mínima incisión somos capaces de implantar toda la prótesis”, argumenta el doctor Josep Torremadé, cirujano de la Unidad de Andrología del Servicio de Urología.

“Probablemente, el paciente será capaz de activar y utilizar la prótesis entre dos y cuatro semanas tras la intervención”. Incluso en ese período de tiempo podría mantener relaciones sexuales, siempre y cuando “tenga buena tolerancia al dolor, pero al cabo de un mes casi con toda seguridad va a poder reiniciar su vida sexual previa", señala el cirujano.

"El dolor es algo muy subjetivo: según cada persona, duele más o menos. Con esa vía intentamos disminuir al máximo el dolor y el proceso inflamatorio, de manera que es muy probable que en 2-4 semanas el paciente ya pueda usar la prótesis, a diferencia de la vía escrotal, que sería la otra alternativa”, precisa Torremadé.

Por vía escrotal, el tiempo de recuperación ronda los dos meses, es decir, a partir de las 8 semanas ya pueden reiniciarse las relaciones sexuales.
 

Las prótesis de pene son una solución al problema de la disfunción eréctil cuando no es posible tratarlo con otras terapias menos invasivas, como la medicación oral o inyecciones intracavernosas. También, en muchas ocasiones, es necesaria cuando la disfunción eréctil es consecuencia de una cirugía pélvica.

Según informa el doctor Josep Torremadé, “cada vez se llevan a cabo más cirugías de cáncer colorrectal y de extirpación total de la próstata con técnicas que han avanzado mucho en precisión y que, incluso se hacen con robot. Sin embargo, y aun así, pueden producir esta secuela en ocasiones. Por ello, encontramos en nuestras consultas un perfil de pacientes relativamente jóvenes para los que es muy necesario ofrecer una solución “.

En la actualidad, se implantan principalmente tres tipos de prótesis de pene: semirrígidas, hidráulicas de dos componentes e hidráulicas de tres componentes. Estas últimas son las más recientes y avanzadas, pero también las que necesitan más formación y experiencia por parte del cirujano.

Otro ámbito que ya se ha convertido en fundamental en esta disciplina es la cirugía de recambio cuando la prótesis ha perdido su funcionalidad.

También otro aspecto de interés creciente es el de la mejora de los resultados estéticos del implante.

El doctor Torremadé destaca que “el avance de las técnicas y de los materiales hace que hoy en día los resultados sean muy buenos y que la satisfacción de los pacientes esté por encima del 90%. Vemos a los pacientes motivados incluso para el recambio de la prótesis cuando esto se hace necesario."
 

"Si la persona está predispuesta y no hay ninguna contraindicación médica, hoy en día prácticamente no hay limitaciones quirúrgicas para tratar este problema“, señaló el cirujano.