Escleroterapia por transiluminación, ideal para eliminar venas varicosas

Similar a otras formas de escleroterapia, es un procedimiento médico mínimamente invasivo y muy preciso para la eliminación de las venas varicosas que se encuentran debajo de la piel y que no pueden verse fácilmente de manera natural.

A diferencia de la guiada por ultrasonido, que se dirige a las venas más profundas, la escleroterapia por transiluminación es ideal para las venas más cercanas a la superficie de la piel.

Para ello, utiliza un transiluminador, un dispositivo que ayuda a visualizar con mayor precisión los vasos nutricios que están causando las arañas vasculares y atacarlos adecuadamente para prevenir su recurrencia. Estos vasos nutricios, típicamente de color azul verdoso, se pueden ubicar a 4-8 pulgadas de la vena de araña y no son visibles para el ojo humano.



El procedimiento implica el uso de una micro-aguja para inyectar en la vena afectada un agente esclerosante, generalmente una solución salina concentrada (aunque existen otras), que hace que las venas no deseadas se desvanezcan o desaparezcan. Si bien la vena en sí no se elimina, la apariencia disminuye mucho.

Si bien los pacientes pueden experimentar una sensación de hormigueo durante el procedimiento, la incomodidad es mínima, pudiendo retomar sus actividades con total normalidad.

Dado que esta técnica de escleroterapia se basa en la detección de las venas nutricias o drenaje de las telangiectasias, el equipo de transiluminacion está concebido para que, mediante luz fría, al ser apoyado en la piel detecte en su espesor estos vasos. Para que luego, gracias a su apertura en forma de C, puedan ser canalizados con jeringa y aguja.



La profundidad a la que penetra la luz es variable según el grosor de la piel, pero en promedio es de 2 a 3 mm. Este grado de penetración permite, por ejemplo, que en pacientes delgados puedan visualizarse perforantes subdٕérmicas e inyectarlas selectivamente.

Además de facilitar la inyección de las venas nutricias y el drenaje de las telangiectasias, otro aporte que brinda el equipo es el mapeo del plexo intradérmico subcutáneo y la detección del flujo con maniobras de expresión del vaso para ubicar el sentido de la circulación. Así como también visualizar límites de equimosis o estudiar las lesiones cutáneas que se desee.



Experiencia de uso

La experiencia con el equipo de transiluminacion muestra que la punción de las venas resulta más sencilla, rápida y raramente deja equimosis, pues se realiza con mucha precisión.

El transiluminador cuenta con luces ámbar, ideales para el trabajo en pieles delgadas y claras, y luces de color rojo, que mejoran la visión en pieles gruesas o morenas.

La aplicación de las mismas es rápida. Mediante perillas de regulación, el médico puede elegir la luz que más favorezca su visión en el momento, ya sea utilizando un espectro o ambos. Se recomienda la operación del transiluminador con escasa luz ambiente, ya que facilita la visión, seguimiento y punción de la vena nutricia.



La operación cotidiana y repetida del equipo, favorecida por la facilidad de su empleo, permite adquirir una rápida destreza profesional.

Respecto al paciente, el hecho de que pueda comprobar por sí mismo la red venosa subyacente a la telangiectasia que motivó su visita, no sólo le genera seguridad y confianza personal, sino también en su médico, jerarquizando la consulta.

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