¿Qué es la testosterona?
Principal hormona sexual masculina que se sintetiza fundamentalmente en las células de Leydig del testículo, y por otro lado, en la corteza suprarrenal y en el ovario.
La gonadotropina hipofisaria LH, hormona luteinizante, es la hormona reguladora específica de la producción de la testosterona.
En realidad, podríamos decir que se trata de una prohormona ya que para realizar su acción fisiológica o farmacológica en algunos tejidos efectores, ésta debe reducirse a dihidrotestosterona (DHT) por medio de la enzima 5alfa-reductasa.
Como ya se ha mencionado, la síntesis de esta sustancia ocurre principalmente en el testículo y se sintetiza a partir de la degradación oxidativa del colesterol, que depende de la hormona luteizante (en el adulto), junto con la hormona folículo estimulante (en los periodos de desarrollo).
La testosterona y los andrógenos atraviesan fácilmente la membrana celular y se unen a receptores intracelulares específicos. El complejo receptor-esteroide se activa y es transportado al núcleo celular y se une en un sitio receptor del ADN, aumentado la actividad de la ARN polimerasa y la formación de ARN mensajeros estimulando la síntesis de proteínas celulares responsables finales de las acciones fisiofarmacológicas.
El músculo esquelético no posee receptores de testosterona o a la DHT por lo que los efectos anabólicos no son aún lo suficientemente explicados.
Se ha sugerido que los andrógenos podrían bloquear en el músculo los receptores citosólicos de los glucocorticoides inhibiendo las acciones catabólicas de estos agentes.
Efectos
Algunos de los efectos provocados por la testosterona además de los relacionados con los órganos sexuales son:
1. Incremento de la masa muscular (acción anabólica).
2. Aumenta la lipólisis.
3. Mejora la síntesis proteica.(por la generación de un balance de nitrógeno positivo).
4. Estimula la eritropoyesis (formación de glóbulos rojos).
5. Aumenta en número de proteínas contráctiles lo que implica una mejora de la capacidad contráctil del músculo.
6. Aumenta los niveles de fosfocreatina: energía inmediata.
7. Proliferación de las glándulas sebáceas. La aparición de acné puede relacionarse con este efecto.
8. Engrosamiento de la piel.
9. Hipertrofia de la laringe y producción de una voz grave permanente.
10. Distribución del vello masculino en: pubis, tronco, extremidades y barba. La testosterona tiene una relación determinada genéticamente con la aparición de calvicie en el hombre.
11. Aumento del ritmo de crecimiento de los huesos largos en la pubertad, y aumento de estatura.
12. Cierre de las placas epifisarias y cartílago de conjunción.
13. Comportamiento más agresivo y mayor vigor físico y muscular en el hombre que en la mujer.
14. Las acciones anabólicas son también evidentes en otros órganos y sistemas: hígado, riñón, corazón, médula ósea, etc.
Uso en la actualidad
La testosterona es una vieja conocida en los gimnasios, principalmente.
Miles de usuarios, la mayor parte de las veces sin un control médico, deciden utilizar esta hormona o sus derivados por las propiedades anabólicas de la misma dando por sentado que serán múltiples los beneficios que obtendrán y mínimos los riesgos que padecerán.
La aceleración del crecimiento muscular, el incremento de la maduración ósea, la mejora de la capacidad de recuperación entre sesiones son algunos de los principales motivos que llevan a estos usuarios a utilizar este tipo de suplementación sin ser conscientes de los múltiples problemas que del uso de la misma se pueden derivar.
En los gimnasios se admite abiertamente sólo el uso de compuestos vitamínicos, sustancias medicinales naturales e incluso de precursores de la testosterona que supuestamente estimulan la producción de esta hormona en el organismo (son los actualmente llamados “culturistas naturales”, que usan productos como el WPR10, WPP11, GP01, TEST RF 05. que como se ha dicho, lo único que hacen es aumentar la actividad de nuestra propia testosterona sin introducir más cantidad en nuestro organismo).
A pesar de todo, por todos es sabido que por desgracia también se utilizan anabólicos hormonales sin control fomentados por varias tiendas especializadas e incluso por internet a través de algunas paginas que llegan a ofrecer testosterona pura en 48 horas.
Cuando un culturista o usuario introduce en su cuerpo por primera vez anabolizantes hormonales observa un notable progreso ya que, momentáneamente, el organismo se encuentra con una superávit de esta sustancia.
Sin embargo, al cabo de un tiempo de uso éstas dejan de actuar de la misma manera, principalmente debido al cese de producción de las propias hormonas endógenas, que desaparecen, a la vez que por la regulación a la baja en los receptores androgénicos.
A partir de ahí para seguir experimentando mejoras se verá obligado a elevar continuamente la administración exógena de hormonas, con el riesgo que esa dinámica comporta.
Además, hay que subrayar el hecho de que cada hormona está interrelacionada con otras y un aumento o descenso en sus niveles siempre repercute en el equilibrio general. Cuando una hormona aumenta su presencia en el organismo de forma natural, ésta activa a su vez ciertos mecanismos que regulan y equilibran los otros factores involucrados.
Por el contrario, cuando el aumento es de forma exógena ésta escapa a su control y no puede de ninguna forma ajustar y equilibrar los otros parámetros relacionados.
La testosterona usada en gimnasios de manera clandestina casi nunca se encuentra en forma pura, ya que casi siempre esta mezclada con otros componentes. El propósito de estos componentes llamados
esters, es evitar un súbito aumento del nivel de esta hormona en el organismo.
Los esters permiten que la testosterona sea absorbida en lapsos de tiempo y no de golpe evitando así el superavit exógeno ya mencionado.
Encontramos en el mercado varias formas de testosterona: testosterona propionato, Enanthate, Sustanon… que varían en la velocidad de alcance del sistema sosteniendo que cuanto más rápido actúa una testosterona, mayores efectos se experimentarán.
El objetivo es encontrar una testosterona que no golpee el sistema rápido, porque es rápidamente convertida en estrógeno, y que no actúa a tan largo plazo que seria difícil de controlar.
Los esteroides anabólicos se toman por vía oral o se inyectan, y los deportistas suelen tomarlos en ciclos de semanas o meses, más bien que continuamente, en patrones llamados de uso cíclico. Esto consiste en tomar varias dosis de esteroides en un período determinado, descansar un tiempo, y comenzar de nuevo.
La combinación de diferentes clases de esteroides por parte de los usuarios es una práctica habitual que tiene como objetivo maximizar su eficacia y, al mismo tiempo, minimizar sus efectos desfavorables. Este proceso se conoce como amontonamiento (stacking).
Para un principiante utilizando testosterona, se pueden consumir 500 mg a la semana.
Un ejemplo de
ciclo par la testosterona enanthate sería: consultando múltiples revistas y paginas webs, podemos constatar como son múltiples los sitios en los que se promueve el uso de dicha sustancia a través de estudios minuciosos que combinan a la perfección dosis de uso, periodos de descanso, sustancias inhibidoras de efectos, tipos más adecuados… En definitiva, vemos como el uso de anabolizantes se ha convertido en un negocio “ilegal” que se aprovecha de las personas sin el adecuado conocimiento y que les dirige hacia un camino lleno de problemas futuros para su salud.
En la actualidad, algunas estadísticas llegan a decir que el 65% de los deportistas de elite los utilizan unidos a productos que los ocultan en las pertinentes pruebas de doping.
Riesgos de su utilización y la de sus derivados
Como todas las hormonas, la testosterona en el organismo debe ser catabolizada. Será debido a este proceso de catabolización que el organismo del usuario sufra ciertas alteraciones en su equilibrio interno.
Dos formas principales de catabolización presenta la testosterona:
1. Aromatización: convierte a la testosterona y sus metabolitos en estradiol (estrógeno: hormona sexual femenina).
2. Reducción: conversión a dihidrotestosterona DHT, ya mencionada.
Normalmente, al aumentar nuestros niveles de testosterona bien en forma pura o bien por derivados, estamos aumentando nuestra tasa de catabolización y como consecuencia, el aumento de sus productos (estradiol y DHT).
El aumento de la concentración de estrógenos implica:
- Despertar de receptores femeninos en hombres que no deben activarse. (crecen las mamas, ginecomastia, irreversible en la mayoría de los casos).
- Aumenta la retención de agua: formación de edemas. Como consecuencia, aumenta el volumen intra y extracapilar (aumento del volumen plasmático) con el consiguiente aumento de la presión arterial que puede desencadenar en una insuficiencia cardiaca.
El aumento de la DHT implica:
- Se alteran los receptores de DHT en los folículos pilosos y en la prostata que darán lugar a: alopecia (el usuario se queda calvo) y a posibles canceres de próstata (por apoptosis celular).
- En el hígado se produce colestasis hepática (taponamiento de las vías biliares).
Otros efectos por el consumo de anabolizantes esteroideos serían:
- En personas que no están físicamente maduras puede provocar el cierre prematuro de las epífisis de los huesos largos, por lo que la estatura final puede reducirse.
- Suprimen la secreción de hormonas gonadotróficas, que controlan el desarrollo y la función de las gónadas (testículos y ovarios). En los varones, la reducción de gonadotrofina puede producir atrofia testicular, reducción de la secreción de testosterona y menor cantidad de esperma.
- En las mujeres las gonadofrofinas son necesarias para la ovulación y secreción de estrógenos, por lo que una disminución de estas hormonas trastorna estos procesos y la menstruación.
- También en mujeres pueden producir la masculinización, regresión de los pechos, agrandamiento del clítoris, la voz más grave y crecimiento del pelo facial.
- El colesterol total tiende a incrementarse. Mientras que el colesterol HDL muestra una marcada reducción, bien por debajo del rango normal el colesterol LDL muestra una respuesta variable: un ligero incremento o sin cambios.
- Afectación del sistema inmune, lo que deriva en la reducción de la efectividad del sistema de defensa.
- El uso de esteroides disminuye la tolerancia a la glucosa, mientras que hay un incremento en la resistencia a la insulina. Estos cambios imitan a la diabetes Tipo II.
- Cambios de la personalidad, conductas agresivas y euforia.
- Otros efectos secundarios de los AE son euforia, confusión, desordenes del sueño, ansiedad patológica, paranoia y alucinaciones.
Conclusión
Dejando a un lado el deporte de elite en el que los deportistas se encuentran enormemente presionados ante la consecución de la victoria (aun así sin estar justificado), considero que el verdadero hincapié que debemos de hacer es en el usuario habitual “de la calle” que, sin ningún control (o con el control no idóneo), se decide por la utilización de estas sustancias con el objetivo de mejorar su apariencia física de una manera rápida y saltando por encima cualquier recomendación saludable.
Como ya se ha dicho, son múltiples los intereses económicos que algunas de las empresas dedicadas a este mundo tienen en este mercado; lo cual, a veces, les lleva a sobrepasar la línea de la ética social incitando a las personas a la utilización de productos en cantidades nada recomendables y sin ninguna supervisión médica.
Por esto, creo fundamental que, al menos, si el usuario decide “meterse algo” lo haga teniendo en cuenta a lo que se atiene ya que la mayoría de veces se le cuentan los milagrosos beneficios pero nunca los innumerables futuros trastornos.
Desde aquí, simplemente decir que lo que rápidamente se consigue, rápidamente se va; que dejamos de interesarnos por las sustancias “milagro” y que confiemos más en los debidos profesionales del deporte y de la salud (Inef´s, fisios, médicos) para que a través de sus consejos y de nuestro tesón consigamos nuestros deseados resultados que, aunque tal vez lleguen más tarde, serán más gratificantes.
Pedro Gómez Piqueras
Lcdo. Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
Bibliografía: Constanzo, L; “Fisiologia”Medical Collage of Virginia. Córdoba, A; Navas,F; “Fisiología deportiva”, 1992, Gymnos, Madrid. López Chicharro y Fernández Vaquero; “Fisiologia del ejercicio”, 2001. Ed. Panamericana, Madrid.
Fuente: APTA Vital Sport (España)